Una de las cosas más importantes al empezar con los preparativos de boda es la elección de las damas de honor. Hoy en día, muchas novias deciden no tener ninguna dama de honor, aunque muchas otras novias siguen la “regla” tradicional y optan por seleccionar a cierta cantidad de amigas, conocidas, primas, etcétera, para que la acompañen en las decisiones que la novia vaya tomando, así como para aconsejarla y dar su mejor opinión.
Lo primero que tienes que preguntarte es si quieres una dama de honor, si tu respuesta es positiva, luego tienes que pensar para qué la quieres, porque aunque la función de la dama de honor es una, muchas novias asignan una “responsabilidad” a cada una lo cual muchas veces puede volverse un tanto comprometedor y hasta incómodo. Recuerda que las damas de honor son solamente para ayudarte en ciertos aspectos de tu boda y no son tus Wedding Planners. Son más para apoyarte con desiciones, pero que serás tú quien las tome. Son tus consejeras.
Después, tienes que pensar en las posibles candidatas a ser las damas de honor. Piensa en primas, amigas cercanas, si tienes hermanas, piensa en ellas y en que puedan tener la disposición de serlo. También piensa en las amigas de tu novio o familiares de él que quizá no puedas haber considerado. Encuentra personas que entiendan lo que estas viviendo, que sientan esa empatía y sepan qué es lo que quieres para ese día tan especial.
Cuando tengas el número de damas sigue una de las cosas más difíciles… El vestido. Comienza a checar estilos que no se alejen mucho de la temática de la boda para que las damas (y nada) desentone del ideal de tu boda.
Recuerda que independientemente de si aún no te decides en incluir damas es importante que tengas en mente estos puntos para que según tu comodidad logres sentirte más segura respecto al tema de las damas de honor.
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