Al momento de elegir un vestido, es normal que quieras que sea único, y que ninguna otra novia utilice uno igual. Es por eso que algunas novias optan por tener un vestido hecho a la medida exclusivamente para ellas. Antes de tomar una decisión sobre la forma del vestido más importante de tu vida, toma en cuenta estos aspectos.
Tu vestido será completamente único, confeccionado siguiendo tus indicaciones, tus gustos y tu personalidad. Ninguna otra novia tendrá uno igual, y al ser confeccionado específicamente para ti, no tendrás que preocuparte por que te quede grande o pequeño. Los bordados, pedrería y otros accesorios serán agregados de acuerdo a como siempre soñaste que fuera, ese vestido con el que quieres entregarte al amor de tu vida.
Tendrás un trato directo con la modista o costurera a cargo de confeccionar tu vestido y podrás ser testigo de todo el proceso hasta el final. A diferencia de comprar un vestido en una tienda, tal vez necesitarás más de tres citas de fitting para que te quede perfecto.
Considera que el precio es más elevado que el de un vestido en una tienda.
Probablemente, no se puedan conseguir buenas telas para confeccionar tu vestido. Por lo general las casas de novia mandan a hacer sus propias telas y encajes, por lo que son difíciles de conseguir. Si llegas a encontrar tela o encaje igual a la que utiliza una casa de novias, sus costos resultarán elevados e incrementará el precio final.
El tiempo de entrega del vestido, al ser confeccionado de cero, será más largo que si lo compraras en una tienda. Puede llegar a tardar más de seis meses, sin contar los ajustes que pueda necesitar una vez terminado para que te quede mejor. Por último, toma en cuenta que un modista promedio no tiene herramientas que una casa de modas sí para acabados específicos. Al final, no importa que vestido escogerás, debes sentirte cómoda y plena usándolo.
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