En algunas ocasiones, cuando empiezas a planear tu boda de ensueño, te das cuenta de que necesitarás un poco más de dinero para poder cumplir todos tus deseos y tener un evento perfecto y maravilloso. Para poder cumplir con esas fantasías sin tener que empeñar tu alma, puedes acudir a las que llamaremos “hadas madrina”, porque igual que con cenicienta, te ayudarán a cumplir tus sueños, con la ventaja de que nada de lo que hagan desaparecerá a la media noche.
Algunas parejas optan por tener padrinos para ayudarles con algunos gastos de la boda; padrino de pastel, de alcohol, de vestido o traje e incluso de salón. Aunque puede parecer que pedirle a otra persona que te ayude con algún gasto que no puedes solventar dándole el título de padrino es una buena idea, también puede traer problemas. Hay que ser sinceros con la persona.
Si bien tienes una cosa menos que pagar, porque lo harían por ti, te arriesgas a que te entreguen algo que no te guste o que ni siquiera te lo entreguen. Las personas a las que asignes como “padrinos” de cualquier elemento, pueden comprar las cosas de acuerdo a su gusto o a su presupuesto, y muchas veces terminan siendo muy diferentes a cómo te las habías imaginado. También ha habido ocasiones en las que los padrinos terminan por no ir a la boda y los novios se quedan con un salón lleno de invitados enojados porque no dieron pastel o porque no hay alcohol. Elige personas que sabes que comparten tu visión y este comprometidos con este día.
Los padres, de la novia o el novio, son otro tipo de “hadas madrina” a las que recurren las personas. Si te falta dinero para poder pagarle a todos tus proveedores o quieres ampliar un poco más tu presupuesto, puedes recurrir a tus padres o a los del novio para pedirles un poco de ayuda económica. Toma en cuenta que, al pedirle a una persona ayuda para pagar tu evento, tiene el derecho a involucrarse en la preparación del mismo.
Tendrás que informarle a la persona con lujo de detalle en qué gastarás su dinero, y si no está de acuerdo, puede decírtelo, al final de cuentas estás gastando su dinero. Si tienes suerte, tus padres o tus futuros suegros no querrán imponer su voluntad y dejarán que contrates lo que desees. Pero, si la suerte no está de tu lado, podrás toparte con personas que no se cansarán de recordarte que gracias a ellos puedes pagar tu gran día y querrán imponer sus gustos o sus decisiones utilizando este pretexto.
Te recomendamos que pienses dos veces antes de recurrir a un “hada madrina” para ayudarte con los gastos. Lo mejor que puedes hacer, es establecer un presupuesto, fijarte a él y no comprar o contratar nada que no puedas pagar. En la medida de lo posible, no recurrir a terceros para terminar de pagar nada, recuerda que una boda es un evento de dos, no de tres o más, además de que no quieres terminar embaucado por personas que dicen que te apoyarán, y al final desaparecen dejándote sin pastel, sin vestido, y con un amigo menos.
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