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Cuando tus sueños son mayores que tu presupuesto

Actualizado: 22 jul 2021


No te endeudes con la boda: la boda es un gasto, no una inversión. Antes de contratar cualquier cosa, y una vez que se te pase el furor del anillo, siéntate con tu novio y hablen sobre el dinero que se tiene y puede ser destinado para el evento.



Siempre te va a faltar dinero y sobrar invitados. Bajo esta primicia, has una planeación de dinero respecto a cuáles son las prioridades, establece un precio máximo y mínimo a todas las cosas que requieras y elimina cualquier extra que represente un gasto innecesario. Una vez establecido tu presupuesto, busca proveedores y contrata los que te convenzan y estén dentro del rango que estableciste, es muy importante mantenerte en el margen de precio establecido para cada aspecto o te quedarás sin dinero para otras cosas. Dar anticipos es fácil, la bronca es pagarlo; muchas veces, después de dar el anticipo, te das cuenta que no puedes liquidar y perderás el dinero. Recuerda: no hay reembolsos en los anticipos.


Contempla todos tus gastos, desde el salón hasta los calcetines del novio, no agregues nada al final y considera todos desde un inicio. Muchas veces se dejan de lado cosas, y al momento de agregarlas al presupuesto, el dinero ya no alcanza para todo. Lleva un control de todo lo que gastas relacionado a la boda, en este proceso puede ayudarte tu wedding planner. Si no tienes planner, pero sí un amigo contador, acércate a él para asesorarte, pídele que lleve el control de tus gastos como regalo de bodas. Después de todo, por todos los proveedores y pagos que debes hacer, una boda es como una pequeña empresa.


Es fundamental hacer el presupuesto basado en números realistas. No empiecen su vida de casados con deudas, gasta solo en lo que puedas pagar sin necesidad de préstamos de ningún tipo. No sujetes gastos a ingresos que te pueden llegar por medio de regalos, después te quedarás esperando dinero que nunca llegará y terminarás bailando. No contemples para nada el dinero que te llegará de regalo, porque no sabes con seguridad cuando lo tendrás, y es importante que, si tus papás o algún familiar prometió ayudarte monetariamente, habla con él para que te diga cuánto te dará y cuando te lo dará para saber cuándo empezar a contemplarlo. Aunque ese día lo material pasará a segundo plano, es importante considerarlo para que no tengas preocupaciones y solo te dediques a disfrutar del evento más importante, la unión de dos personas que se aman.


Lo más importante es que no contrates nada si no estás segura que de podrás pagar, no pidas préstamos a nadie y todo el tiempo ajústate a tu presupuesto. De esa manera, podrás irte a tu luna de miel sin preocupaciones ni deudas por detrás.

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